HEBARISTO, EL SAUCE QUE MURIÓ DE AMOR ~ Sandra en el mundo de las letras

1 ago 2016

HEBARISTO, EL SAUCE QUE MURIÓ DE AMOR

¡Buen día gente linda! ¿Cómo están el día de hoy? Espero que bien, leyendo algo. Bueno yo por mi parte estoy muy bien, pero un poco triste por el final de un cuento que leí esta semana, del escritor iqueño Abraham Valdelomar y el cuento se llama “Hebaristo, el sauce que murió de amor”. ¿Quieren saber de qué se trata?
Se trata de un farmacéutico y un sauce. El farmacéutico se llama Evaristo Mazuelos, más conocido como: “el amigo del pueblo”, de treinta años aproximadamente, se había enamorado de Blanca Luz, la hija del juez de primera instancia “El doctor Carrizales”.
El sauce se llamaba Hebaristo y Valdelomar lo describió de esta manera:

“Debía llamarse Hebaristo y tener treinta años porque había el mismo aspecto cansino y pesimista, la misma catadura enfadosa y acre del joven farmacéutico del amigo del pueblo” (OBRAS ESENCIALES, 2015, pág. 259)

Tanto el sauce como el farmacéutico, tenían una vida muy parecida.

Valdelomar los asemeja a ambos de esta manera en el II capítulo:

“Mazuelos era huérfano y guardaba, al igual que el sauce, un vago recuerdo de sus padres, ... Mazuelos solo servía en la aldea para escuchar la charla de quienes solían cobijarse en la botica; y así como el sauce daba una sombra indiferente a los gañanes, mientras sus raíces rojas jugueteaban en el agua de la acequia, así él oía con desganada abnegación, la charla de otros…”

Como les decía Mazuelos el farmacéutico, estaba enamorado, pero su amor hacia Blanca Luz nunca fue correspondido por que la joven solo estaba un tiempo y se marchó a otro lugar. Evaristo se quedó esperando y esperando, pero con el paso del tiempo empezaron a envejecer tanto Evaristo Mazuelos y Hebaristo el sauce.

Un día, Hebaristo ya acostumbrado a la compañía del joven, esperó y esperó en vano. Mazuelos no llegó, el único que vino fue un hombre con un hacha, que cortó el grueso tronco del sauce.

El tronco del sauce sirvió para el cajón del farmacéutico que había muerto. Ambos seres infelices y solitarios fueron enterrados.
OPINIÓN
De todos los cuentos leídos de Valdelomar, me pareció el más bonito porque al narrar las vidas paralelas de un joven y un árbol, logra mostrar una conexión entre el ser humano y la naturaleza, ha logrado darle sentimientos a un árbol que se mostraba solitario y nunca pudo llegar algún polen para aumentar los saucecitos. A veces las adolescentes también nos sentimos solitarios como el sauce, cuando no somos escuchadas o no nos sentimos queridas o pensamos que algún día llegará la felicidad y no llega. Alguien me dijo que la felicidad se construye día a día. con lo que uno tiene, todavía no sé. Solo sé que las plantas también necesitan mucho cuidado y amor, porque ellas también nos cuidan, descontaminando con sus hojitas el ambiente. A sembrar más saucecitos.

Les muestro aquí unas imágenes que creé de la lectura, espero que les guste:

EVARISTO EL FARMACÉUTICO CONTANDO UN POCO SU VIDA

HEBARISTO EL SAUCE HABLANDO DE SU MALA SUERTE

¿Qué les pareció?, ¿se animan a leerlo? ¿Ya lo leyeron?, cuéntenme en los comentarios. Me despido de ustedes con un fuerte abrazo y nos vemos en la siguiente entrada.